martes, 8 de diciembre de 2009

El pasado no existe.

Dicen que hay que vivir el ahora como que no fuera a haber un futuro. Así he oido. Con todo respeto voy a tener que estar en desacuerdo. El futuro no existe, no podemos ser marcados por algo que no hemos conocido.

El pasado por el otro lado, éso es algo que conocemos. Si algo nos retiene es el pasado, por lo menos en mi experiencia personal así es. Tengo miedo a caer, porque en el pasado lo he hecho, tengo miedo a enamorarme porque he salido lastimada, tengo miedo al sabor del fracaso porque ya lo he probado. No sabría que es extrañar si muchas de las personas que vivian en mi pasado vivieran en mi presente, en mi hoy. La vida está llena de cambios, así que lo que puedo decir es que aferrarse al pasado es una mera traducción de miedo a vivir. Vivir implica equivocarse más de una vez, llorar más de una vez, perder más de una vez y por supuesto, adaptarse a los cambios. No quiero vivir limitada, quiero empujarme hasta mis límites, llegar hasta donde ni yo ni otros se imaginan, quiero empezar de nuevo cada vez que un cambio se presente, porque pareciera que soy la única que vive atrapada en el pasado y eso me ha hecho perder muchas horas de mi presente recordandolo, algo que se perdió y que con el tiempo dejo de ser constante en mi vida.

Lo que quiero decir es que no se trata de vivir como si no fuera a haber un futuro, se trata de vivir como si nunca hubiera existido un pasado, porque como dije el futuro no existe y el pasado... el pasado tampoco.

No hay comentarios: